PALABRAS MÁGICAS Nº3 EDUARDO GONZALEZ (PILTMAN)

Estimados socios y amigos del CIM, de nuevo otra entrega de PALABRAS MÁGICAS, donde vamos conociendo mejor a nuestros socios, y su magia.

Este mes, Eduardo Gonzalez Reguera (Socio Fundador del CIM). Su nombre artístico es Piltman, y tiene muchas cosas que contarnos sobre el mismo, la magia y el CIM. 

Seguimos escribiendo la historia de la magia de Málaga.

1ª.- ¿Cuando empezaste con la afición por la magia?   

Eduardo con su primera caja de magia Borràs

Tenía 7 años cuando mi padre, manteniendo su buena costumbre, me llevó al Circo Americano de Feijó y Castilla, y allí vi la actuación de un mago. No recuerdo su nombre, pero sí su aspecto: vestía con frac y era muy elegante, hizo varios efectos, pero uno de ellos me impactó absolutamente, el del pitillo en el pañuelo. No daba crédito a lo que estaba viendo, y saqué la conclusión de que aquella persona era realmente alguien con poderes especiales, y que yo no pertenecía, ni nunca podría pertenecer, a ese mundo. Más o menos dos años más tarde, estando con mis padres en una cafetería de Gijón,  un señor que estaba a nuestro lado y que no conocíamos de nada (luego supe que era mago aficionado) me hizo, esta vez para mí solo, otra vez el pitillo en el pañuelo. Aquello fue una apoteosis. No dejé de hacerle preguntas que él pacientemente fue contestándome, lo que  me permitió conocer un poco el mundo de la magia. Después, recomendó a mis padres que me comprasen la famosa caja de magia Borrás, que todavía conservo. Las había de varios tamaños, en función del número de efectos, la mía era la numero dos (la intermedia). También nos dio la referencia de La Casa de los Juegos, cerca de la Plaza Mayor en Madrid, donde vendían cosas de magia y decían que el Rey Juan Carlos cuando aún era príncipe era aficionado a la magia y compraba en esta tienda y también en el Rey de la Magia en Barcelona. A partir de entonces, no hubo visita que pasase por nuestra casa que no fuese sometida a un espectáculo de magia, ni espectáculo de magia que se celebrase en Oviedo al que no acudiese. Esta  historia comenzó hace 60 años y me ha acompañado, para bien, hasta el día de hoy.

2ª ¿Qué magos han influido en ti?

Eduardo con Juan Antón y Carlos Bermejo en el Congreso de Sitges.

Los magos que han sido un referente fundamental para mí son los siguientes: Juan Antón, que formó dúo con Juan Tamariz para el número de los mancos, que quedó segundo en micromagia en el Congreso Mundial de 1973 en París; era un genio de la misdirection, tuve la fortuna de conocerlo y charlar mucho sobre magia con él; lamentablemente falleció muy joven. Otro fue Fred Kaps, la elegancia y naturalidad por excelencia, su producción de sal era realmente mágica. El Gran Cardini es también para mí uno de los grandes, con esas manipulaciones de cartas y cigarrillos que en ningún momento presentaba en forma de reto al espectador, no como esos que dicen “¡mira qué habilidad tengo!”,  más bien todo lo contrario, eran los cigarrillos y las cartas las que eran mágicas y tenían vida propia; el personaje que creó fue único, no pude verlo en vivo, pero no he parado de estudiar sus videos. También me impresionó mucho Richiardi, por su ritmo y movimiento en escena. Por último, a quien seguí mucho y a quien más quise acercarme fue a Paul Daniels.

Además de los anteriores, ha habido tres magos cómicos, Carl Ballantine, Otto Wessel y Topper Martyn que, haciendo una sátira del mago clásico, además de divertirme mucho, me llevaron a una reflexión desmitificadora de los espectáculos de magia, reflexión que todo mago debería hacer.

3ª¿Como era el ambiente mágico en Málaga? ¿Había tantas actuaciones de magia como en la actualidad?

Con Juan Luis Melgar , un MagoMigue muy joven ,  su madre me encargó que lo cuidase , era la primera vez que salía solo de casa , en el Mundial de Madrid 1985 , la otra persona no recuerdo quien era.

Cuando llegué a Málaga en 1978 no conocía a ningún mago aunque, por la revista Misdirection, tenía alguna referencia de Jacobo Gener que, tras crear el mazo Jackner, había publicado algo sobre el mismo en dicha revista. Lo primero que hice nada más superar las endiabladas curvas de Las Pedrizas fue llamar a Ricardo Marré, pues hacía varios años que era subscriptor de Misdirection, para pedirle el teléfono de Jacobo, conocido en el mundo mágico como profesor Jackner, y así poder ponerme en contacto con él. A partir de aquí fui conociendo al resto de magos que había en la ciudad, Jesús Luque, Pedro Espinar Frías, Justo Thaus,  Estanislao Barceló, Blas Martín, Cristofani, Carlos Herero y Santhay, entonces el único profesional, con el espíritu del mejor aficionado.  Aunque con anterioridad había habido un movimiento mágico,  pues existió una delegación de la CEDAM, en el año en el que que yo llegué ya había desaparecido y no había mucha actividad mágica, y la que había era limitada, en la que llegaban pocas novedades y con cuentagotas. Había dos excepciones, una era el traumatólogo Queipo de Llano, excelente cartómago del que Juan Tamariz tenía una magnifica opinión, pero en aquellas fechas estaba un poco apartado del mundo mágico; y la otra era Justo, pero al poco de llegar yo, él se fue a Barcelona. De alguna forma, toda esta situación provocó que varios de los anteriormente citados decidiéramos crear una sociedad mágica. El 12 de febrero de 1983, después de varios encuentros entre los que posteriormente seríamos socios fundadores, se redactan los estatutos del futuro CIM y se solicita oficialmente su inscripción como sociedad cultural,  autorización que nos fue concedida el día 22 del mismo mes, y el 9 de abril del mismo año celebramos la primera asamblea general, con Jesús Luque como presidente.

 

4ª  ¿Como ves la magia de antes y la de ahora? 

Eduardo, con un juego clásico en sus espectáculos: El Pato Tonino.

Pienso que conceptualmente y en cuanto objetivo que persigue, la magia es siempre la misma. Al final se trata de crear ilusión y emocionar a los espectadores, en una palabra, conseguir que el espectador desarrolle su imaginación y cree su propia visión de lo que el mago le va proponiendo, lográndose en unas ocasiones con gran éxito y en otras con menos. Por lo tanto, entiendo que un espectador debe observar pocos cambios cuando se halla ante buena magia. Ahora bien, si me preguntas desde el punto de vista de los magos, es verdad que las nuevas tecnologías de la comunicación han supuesto una revolución en lo que es intercambio de información y estudio. En mi época, los pasos de formación eran mucho más lentos, y las dificultades para acceder a las novedades eran importantes. Todo esto que estamos viviendo creo que está siendo muy  positivo, pues la formación de un aficionado de ahora es muy superior a la que antes podíamos tener. Es verdad que antes las técnicas estaban celosamente ocultas a los ojos de los profanos, y los defensores de este planteamiento tardaban mucho tiempo en considerarte apto para entrar en los secretos, y veían la divulgación abierta como algo demasiado arriesgado. Al final, se vio que estaban equivocados, pues no hay duda de que al menos técnicamente, aunque para mí este solo sea un pilar necesario pero no el más importante, los magos de hoy están mucho más y mejor formados.

5º  ¿Qué tres recuerdos compartes con nosotros de los momentos más especiales, para ti, en todos estos años en el CIM?

Con Gaetan Bloom y señora, Juan Tamariz ,el ventrílocuo Selvin y señora , Juan Luis Melgar de Algeciras y Carlos Bermejo de Ceuta  en el Congreso de Sitges

Independientemente de la constitución del Circulo el día 12 de febrero de 1983, que fue la génesis de todo lo que vendría después, mis tres momentos especiales son los siguientes por orden cronológico: 1) cuando en calidad de vicepresidente del CIM representé a nuestra sociedad en el Congreso de Sitges, formando parte a su vez del jurado del mismo. Fue la primera vez que nuestro círculo estaba presente en un congreso nacional de magia. 2) Otro fue el 26 de enero de 1985, año en el que organizamos el IV Encuentro de Magos Andaluces, había unos antecedentes de concentración de magos de la comunidad autónoma en los tres Festivales de Magia de Algeciras que había organizado Juan Luis Melgar, en los que participamos desde Málaga Pedro Espinar, Jacobo Gener y yo. Nosotros quisimos ir un poco mas allá y trajimos a Juan Tamariz como conferenciante, también estuvieron Toni Cachadiñas y Justo Thaus, que nos presentaron  varios efectos, así como Manolo Chacón, primer premio de Magia de Cerca en el XIII Congreso Mágico Nacional celebrado en Logroño, y que nos hizo una demostración de apilamiento de dados, algo muy personal. De cara al publico se hizo una gala con Luis Arza, de Granada, con un número de manipulación de bolas, Manolo Cañas, también de Granada, cubiletes y aros, Santhay, de Málaga, con su número de hipnosis, Pepe Domínguez, de Cádiz con su numero de velas, cuatro años después con este número un poco más elaborado sería Gran Premio en el XVI Congreso que se celebró en Málaga, Juan José, de Sevilla, con un número de palomas y cartas, y Grumel, de Granada, con grandes ilusiones. En este encuentro fue homenajeado Jacobo Gener por sus años de dedicación a la magia. 3) Y el tercer momento fue el de la organización del XVI Congreso Nacional aquí en Málaga en 1989. De alguna manera aquel IV Encuentro de Magos Andaluces había sido un ensayo de lo que luego fue el Congreso Nacional.

Estos tres momentos entiendo que fueron claves para la consolidación del CIM, pues nos posicionaron ante la magia andaluza y nacional como una sociedad con fuerza impulsora para la actividad mágica así como con capacidad organizadora y divulgadora de la misma. Pienso que estos tres momentos, junto con el segundo Congreso Nacional debió de despertar mas de una vocación mágica en Málaga, de las que hoy forman parte del CIM. Si bien es verdad que todo esto fue importante, no me canso nunca de señalar que sin el esfuerzo, sacrificio, entrega y perseverancia de Jesús Luque en sus años de presidencia, tal vez el Circulo no hubiese llegado a la magnifica posición en la que hoy se encuentra.

6ª ¿Que tipo de magia te gusta hacer?

En el IV Festival de Magia del Campo de Gibraltar , haciendo de hombre radar.

La magia que suelo hacer es magia de salón y close-up. También hice algo de mentalismo, en La Línea, en uno de los encuentros de magos andaluces, conduje un vehículo con los ojos vendados, el clásico hombre radar, durante el trayecto me acompañó un periodista de la cadena Ser que fue retransmitiendo en directo para la radio local todo el recorrido.

Nota de prensa de la conducción a ciegas. 

 Afortunadamente, con el poder de la mente, ambos salimos ilesos según comentó el citado periodista, que vivió la experiencia con un realismo tal que llego a impresionarme a mí mismo, y fue clave para crear el necesario dramatismo en este proceso. Lamentablemente, hace un año he tenido un serio problema de salud oftalmológica y en estos momentos estoy, por decirlo en términos náuticos, en dique seco.

7ª ¿Qué consejos darías a los nuevos socios?

Dice Tony Shiels que “toda la magia es mental”.  La magia es un espectáculo en el que el espectador afronta lo imposible, algo que va contra toda lógica, con la enorme carga emocional que esto conlleva. Para alcanzar esto, una gran mayoría de los magos basan todo su trabajo en las técnicas manipulativas mágicas, y olvidan que el efecto no tiene lugar en el escenario: es en la mente del espectador donde se produce, y para crear esa ilusión de lo imposible hay que apoyarse mucho, primero, en algo a lo que los magos damos una importancia relativa, me refiero a las técnicas interpretativas del teatro, esas que los actores utilizan para persuadir a los espectadores sobre la historia que están contando, no debemos de olvidar que al final el mago es un actor que representa el papel de un personaje que tiene poderes para alterar las leyes físicas, si no dominamos la dicción, si no dominamos la expresión corporal y otras técnicas interpretativas, mal podremos convencer para crear una ilusión.  Por otro lado el mago debe de profundizar en la psicología aplicada, la neurociencia cada día avanza más y es un campo que el mago debe de estudiar con atención, muchos de estos mecanismos son usados por los magos desde siempre, aunque de forma intuitiva. Debemos detenernos a estudiarlos metódicamente, al igual que ya los neurocientíficos observan y estudian la magia para conocer mejor el funcionamiento del cerebro, los magos debemos beber de esos nuevos conocimientos para usarlos en nuestra magia. Como decía Fred Kaps, “el mago debe impresionar con el menor uso posible de engaños y aplicar toda la psicología posible”. Con esto no estoy diciendo a los nuevos socios y a los no tan nuevos que dejen de lado la técnica, lo que aconsejo es que se trabaje con la misma intensidad o incluso más en las técnicas interpretativas y en la psicología aplicada. No es lo mismo confundir o retar con un rompecabezas al espectador que crear un gran impacto dramático, es decir, una sorprendente ilusión, el mago debe fascinar más que entretener.

9 ª ¿Qué significa para ti el CIM?

Con “El Profesor “ Dai Vernon, junto a Pepe Dominguez y señora , 
Juan Jose Hidalgo , Juan Luis Melgar , Paco Rodas , y MagoMigue en el Mundial de 1985

El CIM representa para mí la materialización de lo que hace 33 años fue un bonito sueño de varias personas entusiastas de la magia. Yo viví mi juventud en una pequeña ciudad como es Oviedo, en la que no había nada ni nadie que me pudiese dirigir en esta afición, y me hizo vivir en soledad y con dificultad el estudio de la magia, siempre luché para que aquellos que estuviesen motivados para practicar la magia tuviesen un punto de encuentro y comunicación en el que desarrollar su afición. Creo que este deseo se logró en Málaga con la fundación del CIM. Por lo tanto, mis mejores deseos de una larga vida vida para el Círculo, y gracias a todos los que con su trabajo han hecho y hacen posible que aquel sueño de 1983 siga vivo. Si se sigue trabajando como actualmente se está haciendo, mucho y bien, el futuro del Círculo no puede ser más que esperanzador.

10ª ¿Qué pregunta te gustaría que te hiciera? Respondela.

—¿Cuál crees que es el efecto mágico más impactante?

Personalmente, el efecto que más me sigue impactando, por su gran fuerza  mágica, es la aparición de una paloma en un pañuelo de seda, esa capacidad de crear de la nada un ser vivo produce en mí un momento emocional único. 

Ahora bien, si me preguntas cuál creo que es el que más sorprende a los espectadores desde la experiencia que he tenido en estos años de charlas con profanos, pues es inevitable que cuando se enteran de que eres mago no surjan un montón de preguntas, hay un efecto que a una gran mayoría les llama poderosamente la atención, e incluso les plantea dudas de si está basado en un truco: son las levitaciones. Infinidad de veces, y desde formaciones culturales diversas, incluso diría que a mayor formación mayor duda, me han hecho la siguiente pregunta, ¿oye, lo de las levitaciones tiene truco? Algo parecido ocurre cuando hablamos de las distintas especialidades mágicas, todo el mundo en el momento de relax emocional, cuando el hemisferio izquierdo cerebral domina el proceso de la racionalidad, da por seguro que detrás de todo efecto mágico hay un engaño, excepto en el mentalismo. Cuando sale este asunto, la pregunta recurrente es ¿pero los mentalistas son magos? Ante el mentalismo se  produce en los espectadores una duda que hace que cuando asisten a un espectáculo de esta especialidad mágica vayan con una predisposición emocional limpia de cualquier filtro racional que, aunque fuese de forma involuntaria, pudiera advertirles que detrás de lo que estás viendo hay una trampa. No hay duda de que ese estado mental influye de manera importante en la intensidad de la emoción. Todos sabemos que la técnica en el mentalismo es habitualmente sencilla, no tiene grandes dificultades, pero curiosamente los espectadores siguen estableciendo una separación entre mago y mentalista, tal vez la razón sea esa misma sencillez técnica, y aquí volvemos a lo que decía Fred Kaps, lo que determine esto:  al darle mayor naturalidad a la presentación, se ve al mentalista más mágicamente que al mago. Todo esto me reafirma una vez más en la necesidad de estudiar y profundizar en todos aquellos aspectos que puedan influir en el estado emocional de los espectadores,  yo diría que el mago tiene un doble papel, uno como ejecutor de un espectáculo y otro como formador emocional, es decir debe ser un pedagogo de espectadores de magia. Los magos tenemos por tanto una responsabilidad añadida, la de enseñar a los profanos a ver magia.